
De Caligari, Fausto y Metrópolis
Un breve recorrido por el cine expresionista alemán
El siglo XX fue una época de cambio en todos los aspectos de la sociedad, entre ellos el cine. En este siglo surgen directores que dejarán huella en la historia del séptimo arte. Así como importantes movimientos cinematográficos, entre los que se encuentra el expresionismo alemán. El expresionismo fue un movimiento artístico que surgió a inicios del siglo XX en Alemania. Y que abarcó diversas artes como la pintura, teatro, literatura, cine, etc.
Se le suele definir como una corriente artística que tiene como eje central la subjetividad y el sentir del autor; la cual se busca plasmar a través de su obra de arte. Su intervención en el cine se da a finales de la Primera Guerra Mundial. En ese entonces, Alemania había sido derrotada y se encontraba sumergida en una profunda crisis económica y política, a la cual se aunaba un pesimismo generalizado en la sociedad.
En ese contexto, se funda la UFA (Universum Film AG), un estudio cinematográfico que tenía por objetivo revertir la mala imagen que había obtenido Alemania a causa de la guerra. Así mismo, la UFA fue el estudio que posibilitó que un novicio director llamado Robert Wiene iniciara su carrera en el cine con la película “El Gabinete del doctor Caligari” (1920).
La película fue bien recibida por parte de la crítica y el público; y es considerada como una de las más representativas dentro del expresionismo alemán. Luego de esto, la UFA producirá otras películas como “Los Nibelungos” (1923 – 1924) y “Metrópolis” (1927) de Fritz Lang; así como “Tartufo” (1925) y “Fausto” (1926) de F.W. Murnau. Ambos, al igual que Wiene, eran jóvenes directores que incursionaban en mundo del cine.
Entre las características del expresionismo encontramos el uso de intensas sombras para acentuar a los personajes; así como escenarios que se encuentran distorsionados con el fin de representar el interior del director; y una actuación, que se aproxima a la del teatro.
Así también, los temas que abordan las películas se encuentran ligadas a lo fantástico o macabro; esto último se debería, según el teórico Siegfried Kracauer, a que el expresionismo alemán fue un movimiento artístico que logró avizorar, a través de sus temas y estética, el ascenso y toma de poder de los totalitarismos del siglo XX.
El final del expresionismo alemán se encuentra a inicios de la década de 1930, con la toma de poder de Hitler. En ese momento, se produce una fuga de artistas e intelectuales que no comulgaban con las ideas del partido nazi; así mismo, las películas abandonan la estética expresionista debido que esta no servía a los ideales del partido.
Con este hito se marca el fin del expresionismo alemán; no obstante, nos dejó como legado una estética cinematográfica nunca antes vista; la cual serviría de inspiración para distintos géneros cinematográficos como el cine de terror o el cine noir; así como de influenciar el trabajo de futuros directores de cine. Escribió una página importante dentro de la historia del cine.


