
Entre cortos y recuerdos: dos miradas hacia el pasado
Una reflexión sobre los recuerdos, el luto y el pasado visto en los cortometrajes “Cerulia”, de Sofía Carrillo, y “I think this is the closest to how the footage looked”, de Yuval Hameiri.
Los recuerdos son algo tan valioso y frágil. La oportunidad de atesorar esos momentos y aquellas personas que han tenido un valor importante puede terminar siendo trascendental para nosotros. Lo podemos encontrar de diversas maneras: pueden ser recuerdos físicos, como la carta que alguien te escribió, un álbum de fotos, una grabación casera; o, también pueden estar en una condición intangible, etérea, viviendo únicamente en la imaginación, recreando esas situaciones y sentimientos constantemente. Sin embargo, así como el tiempo es su mayor aliado, éste es quizá su mayor enemigo: estos retazos son tan frágiles que pueden ser tergiversados, manipulados, o terminar desvaneciéndose conforme pasan los años. También puede pasar lo opuesto: estos recuerdos cobran una importancia muy grande, llegando al punto de ser perjudicial para uno, dejándolo atascado en el pasado. Para mí, esto lo relaciono mucho con el proceso del duelo, en el que la pérdida de alguien querido evoca un mar de pensamientos y sensaciones, en las que muchas veces podemos ser abrumados por estos recuerdos, terminar negándolos, o vivir constantemente con una culpa irracional. Quizá por todo lo anterior es que las historias y las piezas de arte que plasman estos temas en un cuento o en una pantalla son algo que me gusta mucho: la posibilidad de encontrar esas diversas miradas, ese efecto distintivo de cada recuerdo particular y esa proyección de sentimientos tan personales y ocultos que llegan a ser plasmados en variadas formas. Estos días tuve la oportunidad de poder ver dos cortometrajes que, aunque completamente opuestos en estética, tocan elementos muy interesantes de este tema, siendo el “recuerdo” algo que gira en torno a toda su órbita: Cerulia, un cortometraje de animación mexicano dirigido por Sofía Carrillo, y I think this is the closest to how the footage looked, un cortometraje documental israelí hecho por Yuval Hameiri.
Empecemos con el corto de Hameiri. Este pequeño cortometraje, hecho en 2012 y ganador de varios premios, entre ellos el premio del jurado de Sundance al mejor corto de no-ficción, nos plantea una pregunta difícil: ¿cómo recrear memorias que físicamente ya no existen? I think this is the closest to how the footage looked nos cuenta dos cosas. En primer lugar, es la historia de Hameiri diez años atrás, cuando su mamá falleció. El día anterior su papá había estado grabando varios momentos familiares, y se podría decir que físicamente era el último recuerdo que iba a existir de ella. El niño (Hameiri) lo sabía, y esa noche agarra la cámara y retrocede la cinta, queriendo despertar en la mañana y volver a ver a su mamá. Sin embargo, este deseo tan personal, algo que muchos de nosotros en esa situación haríamos, terminó siendo perjudicial: la mañana siguiente, su papá agarra la cámara y empieza a grabar objetos inanimados y espacios vacíos como forma de desahogar su pena. Al hacer eso, por accidente termina grabando por encima de las imágenes del día anterior. Salvo los primeros segundos, toda la grabación había sido borrada, y el último rastro que quedaba de la mamá había sido eliminado. En el deseo por ver la grabación de su mamá, Hameiri convirtió esa memoria física en algo etéreo, y nunca pudo llegar a ver la cinta. No puedo empezar a imaginar la culpa que debería existir en el niño y en el padre. Es quizá por todo eso que este cortometraje tiene una importancia muy particular, y resuena en mí: Hameiri, diez años después, crea este cortometraje. Utilizando únicamente objetos inanimados, él intenta recrear, con la mayor fidelidad posible, lo que él recordaba de aquella última grabación de su madre. De ahí viene el título del corto, y es la narrativa que gira en torno a todo el metraje. Empezamos viendo esta recreación casera y terminamos aprendiendo toda la historia de Hameiri y de su propio luto. Es una mirada más documental hacia el tema de los recuerdos, con el uso de elementos más cotidianos para nosotros, y una atmósfera mucho más familiar. Cerulia, sin embargo, es totalmente lo opuesto.
Cerulia, el cortometraje de animación de Sofía Carrillo (quien tiene otros grandes cortos como Prita Noire o La casa triste que recomiendo mucho) ganador del premio Ariel, también habla de los recuerdos y el pasado, pero utilizando elementos propios del suspenso y del terror. Esta es la historia de una chica llamada Cerulia, quien solía vivir en la casa de sus abuelos junto a su amiga imaginaria, una versión idéntica de ella. El tiempo pasó, los abuelos fallecieron y Cerulia, ya mayor, ya no vivía en esa casa. A pesar de los años, ella aún seguía teniendo pesadillas en las que estaba ella de niña junto a su amiga imaginaria y un pato, un conejo y una nutria que habían regresado a la vida. Un día, ella recibe una carta diciéndole que la casa de sus abuelos estaba a la venta, y ella tenía que ir a dejar las llaves y despedirse de aquel lugar. La propia esencia de una casa es muy importante para nosotros: el hogar donde solía vivir una persona querida emana muchos recuerdos, y yo soy de la creencia de que esos espacios terminan mutando, haciendo notoria la ausencia de aquella persona. Sin embargo, como ya hablamos al comienzo de estas líneas, no todos los recuerdos y las historias personales pueden ser positivas: algunas se convierten en pesadillas, y terminan atormentándote o te terminan atando a esos sentimientos negativos, y no puedes librarte de ellas. Con Cerulia lo podemos ver en la historia que tiene con sus abuelos: enterrados en el invernadero por razones que solo podemos intuir, todos los días la Cerulia pequeña se sentó a contarles historias, hasta que un día las cabezas de los abuelos salieron de sus improvisadas tumbas, y Cerulia podía pasar los días con ellos, cepillándoles el pelo. En el presente, la Cerulia mayor piensa que quiere salir de la casa, pero termina sentada nuevamente en el invernadero, peinando a sus abuelos, atada a esa casa. La riqueza plástica del corto de Carrillo es impresionante, y lo podemos ver en cada plano y en cada detalle, y admito que al enfocarme en “los recuerdos” estoy solo rascando la superficie de lo que se puede hablar en este corto.
Si ponemos un corto junto al otro podemos ver estas diversas perspectivas de los recuerdos y el arte como manifestación de posturas que hay hacia ellos. I think this is the closest to how the footage looked se convierte en un intento de transformar una memoria intangible a un recuerdo físico. Toda esta recreación, aunque se pueda considerar una catarsis sobre aquella historia tan personal, es también una constante manifestación de la propia y natural culpa que existe al haber borrado el recuerdo original. Cerulia, por otro lado, nos habla de esos intentos fallidos de poder dejar ir aquellas memorias y las personas que ya no existen, que terminan perjudicándote y te imposibilitan seguir avanzando. Y esto lo podemos complementar con el final de ambos cortos: Hameiri, después de toda la recreación, retrocede por completo la cinta de la cámara, y nos repite constantemente los únicos 5 segundos que quedaron de la toma real, en un loop constante, en un deseo por ver a esa persona de nuevo. A pesar de su esfuerzo por recrear la cinta, aquello nunca iba a reemplazar la imagen de su madre. En el final de Cerulia hay dos cosas que llaman la atención: después de que la Cerulia “del presente” se quedara en casa peinando a sus abuelos, la Cerulia imaginaria, la versión chica de ella, sale de la casa con la ropa que tenía la Cerulia mayor, mientras que la puerta de la casa se cierra nuevamente. Podemos decir que ella se quedó encerrada en esa casa, que ese presente nunca pudo escapar de aquellas memorias del pasado. Sin embargo, los créditos nos cuentan más sobre el pasado de Cerulia: vemos viñetas donde narran qué paso con el pato, el conejo y la nutria, y cómo aquellos momentos atroces también la marcaron, y es por eso que las versiones reanimadas de esos animales siguen persiguiendo sus pesadillas y la terminan acompañando en esa casa.
Los recuerdos pueden tener muchas formas o figuras, formar parte de distintos imaginarios, o tener una carga positiva o negativa, pero no se puede negar que su presencia es innegable para nuestro desarrollo personal y para la evolución que nosotros tenemos como personas. Cerulia, un cortometraje de animación con elementos de terror,y I think this is the closest to how the footage looked, un documental que utiliza elementos caseros y grabaciones familiares, siendo tan diferentes en estética, nos muestran dos perspectivas sobre los recuerdos, su importancia en nosotros, y cómo, a pesar de las acciones que hacemos en nuestras vidas, podemos terminar estando atados a ese pasado, en un intento de poder recrearlo, revivirlo, mejorarlo o abandonarlo. Creo que no hay mejor forma de resumir toda esta reflexión que con una de las preguntas que Cerulia se hace: “¿son sueños, aunque esté despierta?”
Puedes conocer más sobre Cerulia de Sofía Carrillo en
https://www.retinalatina.org/video/cerulia/
Y ver I think this is the closest to how the footage looked de Yuval Hameiri:
I think this is the closest to how the footage looked - אני חושב שזה הכי קרוב לאיך שהצילום נראה from Yuval Hameiri on Vimeo.


