
Ghost World y las relaciones fantasmales
La historia de Enid y Rebecca, dos amigas que afrontan la exploración del no siempre agradable camino a la madurez y el incierto futuro de su intrincada relación.
Adaptación de un famoso cómic, Ghost World (2001) cuenta la historia de Enid, una joven que acaba de terminar la escuela y que está pasando el verano más importante de su joven vida. Tiene que encontrar un trabajo, mudarse con su mejor amiga Rebecca y hacer malabares con su padre, su futura madrastra, el chico al que cree amar, las clases de arte y su nuevo interés, Seymour.
Una película rebelde y atípica sobre la adolescencia, el pasado que se desvanece y las dificultades de la mayoría de edad. Una película romántica, divertida, trágica y satírica. Y es que Ghost World es todo esto.
Enid (Thora Birch) es una adolescente cínica que se niega a hacer concesiones con una convicción poco común (su aspecto y rasgos de carácter recuerdan a la serie de animación Daria). Su vida se resume rápidamente: poco interés por la escuela, inadaptación a un trabajo rápido (trabajo mal pagado y con poca experiencia), e incompatibilidad de estados de ánimo con los “fantasmas” que pueblan su pueblo.
Entre estos fantasmas se encuentran Norman, que espera la llegada de un autobús en una línea que lleva dos años cerrada; Josh, un chico rebelde, Roberta, una ex-hippie convertida en profesora de arte; su padre, cariñoso por defecto. Ahí también está Rebecca (Scarlett Johansson), su amiga, siguiendo su actitud de rechazo al mundo. Y por último está Seymour (Steve Buscemi). Seymour es a la vez el héroe de Enid y su mayor temor. Y es que Seymour el rebelde se ha convertido, con el tiempo, en Seymour el perdedor. Un solitario, inadaptado al mundo exterior, que esconde su historia, su malestar. Enid adora a este hombre aficionado al blues, sin embargo, rechaza su vida estándar sólo por miedo a convertirse algún día como él, en una mujer solitaria e inadaptada.
Lo cierto es que en Ghost World no hay mayor elección para Enid; debe aceptar o rechazar el mundo de los fantasmas. Sin embargo, la huida es una solución inminente para la joven protagonista siendo ella al fin y al cabo quien tome la última decisión. Así, más de una verdad es descubierta al final: todos vuelven a sus diarias costumbres y rutinas, mientras Enid se va en un inexistente bus, y termina como empezó.
Entretenida y distinta, la entrega del director norteamericano Terry Zwigoff retrata un universo de personas que son distintas al resto, que viven casi encerradas y que experimentarán una asfixiante soledad. El director explora los distantes mundos de la siempre complicada adolescencia femenina, y de un maduro individuo algo insípido y cansado de todas las personas, sin embargo, esos distantes mundos se acercarán al conocerse dando lugar a un desencanto, para después volver, sin mayores esperanzas, a sus desabridas rutinas al escapar de la experiencia sin mayor pena ni gloria.
Dicho esto, Ghost World trata de una sociedad aniquilada, que olvida que sus raíces están ancladas en una sociedad que no es mejor, pero que esconde mejor sus prejuicios. Y es que la película rechaza todo espíritu de comunidad, para darle paso a la singularidad. Es una película sobre los otros, los llamados originales o marginados. Una película que muestra lo que la gente no muestra y en la que la soledad retumba como si se tratase de un fantasma.


