
Hay que destruir, para volver a construir
Grito Subterráneo, el documento de la movida subte limeña
Anárquico, soez, revolucionario y sobre todo subterráneo; así fue el grito de tantos jóvenes limeños en una época llena de tanto terror. De aquel tiempo que se esfuma en recuerdos y anécdotas encontramos los rezagos que muchos se han dedicado a coleccionar. A nuestros días llegan exhibiciones, compilados, algunas imágenes de conciertos, fanzines y una que otra maqueta. Esa imagen casi inexistente de lo que fue la escena limeña de aquellos años podría haber desaparecido para siempre. Aquí es cuando la labor del “chico de la moto” con una videograbadora entra en juego. Julio Montero no solo participó de la movida subte con sus bandas Delirios Kronikos y sin Kura, sino que, gracias a él, hoy podemos conocer una parte de toda esa euforia colectiva en su documento “Grito Subterráneo, el video”.
A mediados de los 80, se daría inicio a un resurgimiento de lo que se conoció como la movida subterránea o subte de Lima. Los punks ingleses de los 70 habían inspirado a jóvenes peruanos que, basándose en este movimiento, crearon uno propio en 1983. Bandas como Leusemia, Autopsia, Narcosis o Morgue abrieron una etapa que recuperó la música en el Perú, bajo sus propios y escasos medios; contagiados por aquella visión, años más tarde se uniría una nueva generación de subtes en Lima. Aquellos primeros días en que las nuevas bandas comenzaban a juntarse, se inició La segunda ola subterránea.
Con un joven presidente, una inflación elevadísima y un país repleto de muerte, Julio Montero, un joven subte, recibe de manera autónoma la tarea de registrar aquel desborde de rabia y juventud de la nueva movida. Momentos icónicos en la historia de nuestra música fueron testigos de aquel ojo que sin cortar la imagen ni por un segundo mostró presentaciones irrepetibles en eventos que hoy son inimaginables, como el concierto de la Parque Salazar en pleno corazón de Miraflores en 1984, los conciertos en el patio del Colegio Los Reyes Rojos de Barranco en 1985, el Festival Rock Acho en la plaza de toros en 1986 y en el Centro Cultural La cabaña en 1987. Con un total de 40 horas filmadas, Montero conservó conciertos de diversas bandas que constituyeron esta movida: Narcosis, Leusemia, Juventud La Caigua, G-3, Voz Propia, Psicosis, Kaos, Flema, María T-ta y el empujón brutal, Eutanasia, Sociedad de mierda, Luxuria, entre otros.
La movida no solo integró a la música, la contracultura se veía expresa en variados movimientos de creación, todos aquellos que tenían algo que decir en contra del abuso del gobierno y del cobarde ataque de los grupos terroristas. Podemos observar, a través del documento como se compartieron espacios emblemáticos de la historia limeña en La carpa Teatro. En este espacio brindado por la Municipalidad de Lima, se reunieron grupos relevantes de la movida, como fue el grupo Huayco o el grupo Las Bestias. A través de sus collages, los llamados “bestiarios” y esculturas efímeras, aquellos jóvenes promovían una visibilidad a los problemas del país. Todo aquello queda reflejado por la cámara de Montero, quien fielmente al mensaje anarcopunk lo hacía con un bajo presupuesto y siguiendo el concepto DIY (Do It Yourself).
Otros elementos que reflejan el pensar alrededor del tema fueron las entrevistas a las bandas. Podemos ver como el propósito utópico de todos estos jóvenes es el de mover a la gente hacia algo mejor, pero para llegar a ello se tenía que reformular el presente. Podemos ver entre sus entrevistados a María T-ta, Daniel F, a los músicos de Voz Propia, Picosis, Sin Cura, etc.
Grito Subterráneo tendría un inicio temprano cuando Montero asiste al Cine San Felipe a ver la cinta “Urgh La guerra musical”. Cuenta en una entrevista que vio en la propia cola del cine a unos jóvenes que para ese entonces le resultaban desconocidos: Daniel F, Leo Escoria y Kimba Vilis; los integrantes de Leusemia. Este fue su primer encuentro con la movida y la película fue su mayor inspiración para crear Grito Subterráneo.
Al editar la cinta, llega el pensamiento inmediatamente contrario al de la movida: los medios. Un reportaje de televisión muestra imágenes del concierto en el parque Salazar y la opinión experta de una psicóloga y un psiquiatra. Esta no sería la única imagen que se utiliza sacada de la televisión, también incluye el documento un reportaje detalloso sobre la matanza de los penales en 1986. Esto incluido el mensaje a la nación del entonces presidente Alan García, dan un panorama de la violencia a la cual respondía la movida.
Luego de un verdadero esfuerzo por parte de Montero, la película estaría completa en VHS y sería regalada como copia. Del mismo modo que los cassettes con las maquetas de las bandas subte, el documento fue pasado de mano en mano y copiado múltiples veces. Esto provocó, desafortunadamente, que cayera una copia en manos de un artista que sería detenido, por lo que, por miedo a ser llevado, Julio decidió esconder su copia en una caja de zapatos y enterrarla. La película sería prácticamente desenterrada para ser, finalmente, llevada al formato de DVD y años más tarde ya la podemos ver en internet.
Grito subterráneo compone una propuesta muy necesaria y conserva una visión de aquellos años. A su vez, debemos comprender la importancia de su presencia en nuestro cine, ya que ha forjado una base para las películas sobre la música que se han desarrollado en nuestro país, como Lima Explota (Santiago Herrera, 2009) sobre el Hardcore y Ruido Vulgar: Extremos sonoros en Lima (Luis Alvarado, 2011) sobre el Noise.
Finalmente, cabe mencionar que esta parte de nuestra historia, muchos no la conocemos. Incluso hay quienes tienen un mal concepto de los eventos ocurridos durante la movida y tienen una equivocada visión que asocia a los subtes con el terrorismo. Tenemos, hoy en día, información en libros sobre el tema y este valioso documento para comprender mejor el manifiesto del movimiento. Mucho antes que reprochar los comportamientos de la juventud de los 80, se debería promover movilizaciones para los jóvenes, cosa que hoy en día se ha perdido casi por completo. A pesar de todo, tenemos documentos como Grito Subterráneo, que muestran una oportunidad para comprender la importancia de la implicancia social de los jóvenes.
Bibliografía:
Playlist del Grito Subterráneo – el video https://www.discogs.com/es/Various-Grito-Subterr%C3%A1neo-El-Video/release/14371015
Largometraje documental Grito Subterráneo https://www.cineaparte.com/p/632/grito-subterraneo
Conversatorio organizado por Colectividades Invidivuales en el Marco del Ciclo “La Movida en Debate 3” con Julio Montero, director de Grito Subterráneohttps://www.youtube.com/watch?v=PrVXlDgNQDM
Artículo “Peruvian punk documentaries: El grito Subterránero y Lima Explota” de Mariel Acosta para Maximun Rock and Roll http://maximumrocknroll.com/peruvian-punk-documentaries-el-grito-subterraneo-y-lima-explota/
Artículo “Grito Subterráneo: Memoria de lo que algunos no vivieron” de Anderson Ávila para SubteRock http://subterock.com/el-grito-subterraneo-memoria/
Artículo “Ruido Vulgar: Extremos sonoros en Lima, un documental sobre el Noise local http://subterock.com/ruido-vulgar-documental-noise/
Libro “Pank y revolución: 7 Interpretaciones de la realidad subterránea” de Shane Greene (Pesopluma, 2017)


