
Lady Time: los recuerdos de nuestras vidas
El documental de Elina Talvensaari nos invita a pensar en aquellos momentos y objetos que cuentan quién somos, y su búsqueda por preservarse a través del tiempo
A lo largo de nuestras vidas vivimos una innumerable cantidad de experiencias de diversa magnitud e importancia. Pero, al final del día, terminamos sólo recordando un grupo selecto de ellas. Asimismo, junto a los recuerdos que permanecen con nosotros, también nos acompañan una serie de objetos que atesoramos. La esencia de una persona se encuentra en estos momentos, mementos y objetos, los cuales trascienden a través del tiempo. Por eso, cuando la persona que protagoniza estos recuerdos deja de existir, su memoria se construye y se sostiene en base a esos elementos que perduran, los cuales pueden ser afectados por el paso del tiempo, y están dispuestos a la interpretación de quienes lo recuerdan. Pero, cuando ya no hay nadie que recuerde, ¿la persona sigue existiendo? ¿qué ocurre con todos esos momentos y objetos? Estas son algunas de las preguntas y reflexiones que orbitan alrededor de Lady Time, un documental finlandés realizado por Elina Talvensaari.
La directora, junto a su familia, se mudan a su nuevo apartamento. Ellos quizá esperaban tener en frente suyo a una casa vacía, pero se encuentran con un antiguo hogar, lleno de objetos, fotos, cartas y una gran variedad de otros recuerdos sobre la persona que antiguamente habitaba ahí, pero quien ahora ya no existe. Su nombre era Sirkka-Lissa, y ella fue la última persona de toda su familia. Al ya no haber alguna persona directa que la recuerde, lo que queda de ella, de toda su vida y de su historia familiar, son aquellos vestigios que aún yacen en esa casa. A diferencia de los museos, en donde los objetos están resguardados bajo un cristal y forman parte de una exhibición que es apreciada por desconocidos a una considerable distancia, estamos en un contexto más cercano: estas reliquias están a la disposición de la familia, y pueden acercarse a ellas, verlas, tocarlas, examinarlas de cerca. Dentro de esa casa se encuentra una vida de recuerdos que está en peligro de extinción, a merced de la voluntad de la directora.
Una esencia que pudo desvanecerse en cuestión de minutos, encuentra en Lady Time un espacio donde puede ser preservada. La directora investiga en cada rincón de la casa para poder descifrar quién fue Sirkka-Lissa. El documental indaga en décadas de fotos, filmes caseros, cartas, objetos significativos, y hasta en la propia casa, para buscar reconstruir su memoria. Esta película podría haber permanecido dentro de un ámbito de registro, donde se desarrolla una dinámica similar a los museos. Sin embargo, Talvensaari opta por acercarse a su material: el relato se construye desde su perspectiva, no como narradora, sino como la persona que accidentalmente heredó esta colección de recuerdos. En medio de esta búsqueda, se establecerá un diálogo entre Sirkka-Lissa y la directora, en la que no solo se reflexiona sobre la muerte y el pasado, sino también del presente y de la vida.
Es una aproximación interesante a los documentales enfocados en la (re)construcción de memoria: estamos ante un ejercicio de autorreflexividad que está presente a lo largo de los sesenta minutos que dura el documental, en donde la subjetividad y la propia interpretación del material permiten construir una memoria íntima y personal de esta vida en particular. Es una apropiación de los recuerdos, hecho por un fin mayor. Por eso es importante que la directora se ponga dentro de la película, y no sea un registro museográfico: como bien sabemos, las fotos importantes pueden estar cargadas de significados muy potentes, y tener una alta tasa sentimental, pero la frialdad de la cámara no va a poder capturarlo. Como la misma directora dice dentro de la película: para poder comprender los eventos importantes de una persona, deberías poder saber cómo la persona se sentía y qué pensaba del momento, y la distancia hubiese impedido esta aproximación. Es una interesante reflexión sobre el valor de la imagen y su relación con los recuerdos.
Debo admitir que encuentro muy admirable la historia que encontramos detrás de este documental, porque esta familia decidió rescatar y preservar la memoria de esta persona que no tenía ninguna relación directa con ellos; y, al hacer este documental, hacen que su recuerdo trascienda. Y eso es, quizá, lo que hace que Lady Time resuene mucho más: hay muchas vidas que terminan perdiéndose en el olvido, pero Sirkka-Lissa, así como su esposo Veikko, su sobrina Tuula-Maija, y el resto de su pequeña familia, prevalecerán. No por grandes deseos históricos, políticos o sociales, sino por el íntimo compromiso personal de una directora que quiso enfrentarse al olvido.


