Reseña «La Hora Final»: retrato del fin de una era de terror

El dúo Pietro Sibille y Nidia Bermejo son los encargados de interpretar a una pareja de detectives que son parte del GEIN.

Con el reciente fallecimiento del cabecilla de la cúpula terrorista Sendero Luminoso, me he atrevido a realizar una retroreseña de la cinta de Eduardo Mendoza de Echave, la cual pueden encontrar en Netflix y que refleja de una manera ocular la captura de quien, en ese entonces, era la persona más buscada del Perú.

Mendoza de Echave se aventura a realizar un thriller policial, un género muy descuidado en nuestro cine nacional, y el resultado no defrauda; a pesar de que las intervenciones de elementos no sean las clásicas de sobrevivir o morir.

Los elementos de los que se vale la cinta no contemplan balaceras y persecuciones de la que deben salvarse una pareja de policías compañeros, sino que se utiliza un trasfondo personal de ambos personajes y se enfoca en sus motivaciones, intentando persuadir al espectador para que piense sobre si lo que pasa a continuación perjudicará o bien a los protagonistas o bien a la misión.

El dúo Pietro Sibille y Nidia Bermejo son los encargados de interpretar a una pareja de detectives que son parte del GEIN. Cada uno de ellos concibe sus propios demonios. Por un lado, un hijo que está a punto de perderse porque la realidad horripilante que se desea acabar, persiste; y por el otro, un hermano senderista que colabora para que esa realidad persista.

Ambos polos pueden verse contrapuestos, y es que la humanidad de los policías que protagonizan esta historia ha sido resaltada con el propósito de diferenciar a esta fuerza a muchas otras que existieron en la realidad y que han sido mostradas también en el cine, como la milicia en «La Boca del Lobo» de Francisco Lombardi.

Lamentablemente, en un intento por desarrollar y lograr un sentido de empatía desmedido con los personajes, fuerzan acciones que terminan siendo inverosímiles y el resultado, como es de esperarse, aleja cada vez más al espectador del riel principal que une los tramos de la cinta. La escena más clara en este aspecto: cuando los protagonistas tienen relaciones sin ningún antecedente.

El drama es manejado de una manera intensa, siendo los obstáculos más grandes de nuestros protagonistas los que ocurren en sus ámbitos personales. Estos de cierta forma, irrumpen más en el desarrollo del caso que las constantes trabas que colocaban los esbirros de Montesinos al GEIN.

Si bien la película no tiene una tendencia política notablemente marcada, es un reflejo concreto de los acontecimientos que marcaron un hito, específicamente la labor del GEIN en la captura de Abimael Guzmán y, por ende, en el fin de la era de terror más sanguinaria de toda nuestra historia.

Calificación: 7/10

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Luis Ramos Siempre he pensado que las películas nos privan de nuestra realidad por el tiempo determinado por su duración. Es curioso porque las personas queremos vidas ficticias, pero estoy seguro que los personajes ficticios querrían una vida real.
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