“The Lighthouse”. Una obra maestra de Robert Eggers.

La historia de dos fareros que quedan varados en una isla remota de Nueva Inglaterra (1890).

Un extraño cuento folclórico:

Es la historia de dos fareros que quedan varados en una isla remota de Nueva Inglaterra (1890). El filme es complejo, pero averiguaremos de qué habla. El aislamiento, la represión sexual y el alcoholismo llevan a Winslow [Robert Pattinson] y Thomas [Willem Dafoe] hacia la locura. Aunque la represión sexual es el principal factor… 

En primer lugar, estos dos fareros quedan atrapados en la isla debido a una tormenta “provocada” por Winslow al matar a una gaviota (cosa que Thomas le dijo que no hiciera, ya que contienen el alma de los marineros muertos). El aislamiento no es algo nuevo para el viejo Thomas, él ha sido un farero desde hace 13 años y la vida marina es lo único que conoce; a tal punto que considera al faro como su esposa. –“A ti, mi belleza”. – Y esto nos lleva al plano de la sexualidad.

Para sobrellevar su aislamiento, Winslow encuentra una sirena tallada en madera y se encierra en el cobertizo para masturbarse a escondidas. Thomas hace lo mismo en la linterna del faro (“su esposa”), pero lo hace a la vista de todos. Por su encierro se crea una fuerte tensión homosexual entre ellos, es mas en un punto del filme casi están por besarse si no fuera por Winslow que se aparta. Winslow es el reprimido, Thomas no. En su última escena masturbándose, Winslow tiene visiones de la sirena. Pero también tiene visiones homosexuales del faro, su antiguo compañero, lanzas y tentáculos que parecen penetrar a un monstruo. Si rescatamos que Robert Eggers afirmó en una entrevista que él concibió al faro como un “falo [pene]” nos damos cuenta. Además, la sirena pasa de excitarlo a asustarlo por querer hacerle daño. El hecho de llegar al orgasmo casi llorando y romper la figura de la sirena sugiere que él no se acepta. El Faro no admite a quienes no aceptan su identidad (sexual o personal) ni a los que desobedecen a la autoridad y por ello son castigados.

El viejo Thomas cree que el alcohol – “Mantiene a los marineros contentos, (…), los mantiene calmados, (…)”– La bebida se va apoderando de Winslow y Thomas. Cuando se quedan sin suministros por la tormenta, desentierran un viejo baúl repleto de alcohol. Cuando este se acaba, ellos mezclan keroseno (que usan para trabajar) con miel y se lo beben. Cabe destacar que algunas de las visiones de los monstruos marinos mitológicos suceden luego de una borrachera. ¿Será el alcohol guardado de hace años o el keroseno con miel el causante de estas visiones?

Eggers nos ha dado una maravillosa película que es más compleja de lo que aparenta.  

“The Lighthouse” y su brillante cinematografía:

El director de fotografía Jarin Blaschke quizo que la película se sintiera de la época. Para lograrlo decidió utilizar película de 35mm, específicamente Kodak Double X 5222 Filmstock (lanzado en 1959). Esta película tiene una emulsión ortocromática, lo que significa que es más sensible hacia el azul y el verde. El rojo, por otro lado, es menos sensible para esta película. El rostro humano refleja principalmente el color rojo. Es así que en “The Lighthouse” los rostros se ven oscuros y remarca el tono de la película.

 

El aspect ratio del filme es de 1.19:1 para crear claustrofibia y acercar a estos dos fareros que no se llevan para nada bien. Hay algo interesante a tomar en cuenta. La película que se usó para filmar “The Lighthouse” era de 80 ASA (ISO). Esta película era poco sensible a la luz por lo que Blaschke tuvo que usar grandes cantidades de luz para iluminar las escenas. Por ejemplo, en las escenas de noche al interior del faro, Blaschke usó una pequeña lámpara que contenía una bombilla de 800 watts. Los actores quedaban cegados por tanta luz, pero era necesario para la exposición fotográfica. Este ingenioso director de fotografía empleó un filtro de color cyan para reforzar el azul en algunas escenas. De este modo (en las escenas exteriores) el cielo se ve bastante “limpio”. Ya que si alguna nube hubiera estado en la escena se habría “fundido” con el cielo gracias a este filtro. Sin embargo, Blaschke fue mucho más lejos al utilizar (sólo para escenas específicas) lentes que se remontan a 1840. Estos lentes eran especiales, ya que creaban un “remolino” en el desenfoque del fondo que es más notorio en las esquinas del cuadro. 

Sin duda “The Lighthouse” tiene una de las mejores y más arriesgadas fotografías que se han visto en las últimas decadas del cine. Junto a “The Witch” (que también dirigió Robert Eggers y fotografío Jarin Blaschke) son obras maestras y pruebas del poder que tiene la luz y la sombra.

Una verdadera joya que reserva su más brillante luz en lo más alto del faro.

 

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Richy Gonzáles ¡Hola! El cine es mi vida. Y me gustaría compartirla contigo.
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