
Yalda, la noche del perdón y una mirada a sus principales particularidades
Película de Massoud Bakhshi
El cine iraní, en los últimos años ha estado en ascendencia en cuanto a su participación de sus películas en festivales internacionales. Obteniendo el filme El viajante en el 2017 el premio a la mejor película extranjera en los Oscar, además desde la Revolución Islámica de 1979 el país ha ganado 3.685 premios en eventos internacionales (Arcadia, 2017). Por ello, es pertinente mencionar a los mayores representantes del cine de Irán, uno de ellos es Asghar Farhadi, el director de la película anteriormente mencionada, El viajante, mismo director de otras películas como A separation (2011), A propósito de Elly (2009), El pasado (2013), entre otras más.
Otro representante es Abbas Kiarostami, con películas como El sabor de las cerezas (1997), ¿Dónde está la casa de mi amigo? (1987), El viento nos llevará (1999), entre más. Cabe resaltar que no solo ambos directores encabezan este listado, sino que hay muchos otros que tienen tanto reconocimiento nacional como internacional. Con este contexto, el propósito de este ensayo es vincularlo específicamente con Yalda, la noche del perdón del director Massoud Bakhshi.
Yalda, la noche del perdón, trata acerca de una mujer llamada Maryam de 22 años que mata accidentalmente a su esposo Nasser de 65 años, por ese motivo es condenada a muerte. Ella puede ser perdonada y salvada de su condena, pero la única que puede hacerlo es Mona, justamente la hija de Nasser, que tiene 37 años. Para ello, ambas deben acudir a un show de televisión para que ahí mismo Maryam trate de que Mona la perdone, todo en vivo y en directo. Un filme que te atrapa desde un comienzo y que te hace sentir que rápida y se vuelve más interesante al saber que este programa de televisión en realidad sí existe en Irán.
Un punto importante es que hoy en día, entre los distintos países y estados que todavía aplican la pena de muerte se encuentra Irán, donde el Corán condena principalmente al robo, adulterio o apostasía. Pero, el homicidio es tratado como un delito común, es decir no religioso, y que, aunque si entra al grupo de delitos para condenar a pena de muerte, la víctima o algún familiar de la misma, puede perdonarlo. Tal cual, pasa en Yalda, donde a lo largo de toda la película es justamente eso, luchar por su vida, donde al inicio Maryam ya resignada y creyendo estar muerta desde que su hijo murió, hasta la parte final donde se entera que realmente su hijo está vivo y que todo fue un complot de su madre por el afán de querer salvarla, sus ganas de vivir y de ser perdonada aumentan, o mejor dicho cambia. Es así, que en pocas palabras la historia trata de ese objetivo, ser perdonada.
En el contexto que se muestra en la película, siempre ha tenido y todavía tiene ciertas restricciones que la limitan. Como Yalda, habiendo sido estrenada en el reconocido Festival de Sundance, “a pesar de los dos mayores retos a los que se enfrenta la industria local: la falta de infraestructura y la censura.” (Arcadia, 2017), porque, no hay que olvidar que hoy en día Irán está bajo una teocracia, algunos la llaman moderna. Y que todavía las producciones se deberían mantener bajo ciertos parámetros: El Ministerio de Cultura prohíbe cualquier representación que demerite el islam, las mujeres, la nación y su historia; pero estos lineamientos son vagos y la censura en Irán es selectiva, se basa en los gustos e ideología de funcionarios individuales. (Arcadia, 2017).
En Yalda, ¿demerita el papel de la mujer? Desde mi perspectiva no, pero sí podemos encontrar otras características de esta cultura que, para Irán, desde la manera como abordan los directores estos temas, a veces son motivos de censura, como el matrimonio, creencias, dependencias, reglas, política, etc. Que se ven no solo en el personaje principal de Maryam, sino en su madre, en Mona y en el mismo director / productor del programa de televisión. Sin dejar de mencionar claramente lo de la pena de muerte y este show, que en otro país sería algo inaceptable quizás por el choque cultural, pero en Irán es claramente más aceptado y esto lo avala las cifras de los televidentes al interactuar por mensajes de texto para votar si debería ser perdonada o no. Este punto deja en claro lo que Massoud Bakhshi quiso decir con su película.
Porque, el cine iraní en una gran parte se caracteriza por la crítica al gobierno islámico y como impacta en las vidas de sus ciudadanos, con calidad artística y un gran significado. Y sumado a que la Comisión de Cultura y Cine islámico, examina guiones, imágenes y diálogos justamente para eliminar aspectos que discrepan con la moral islámica, inclusive encarcelar a directores a lo largo de la historia por realizar películas criticando la situación política.
En conclusión, me atrapo bastante la película, percibí una fluidez y dinamismo que me permitía acompañar, siempre atento, en cómo avanzaba el caso de Maryam y todo lo que pasaba por su cabeza. Una de las situaciones que me causó empatía fue enterarse en medio de un show, que de por si es incómodo, que su hijo estaba vivo, sumado a que debía de suplicar por su vida y con la carga pasada de haber asesinado a su esposo que casi le triplica su edad. Esto con tan solo 22 años, casi mi edad, porque me lleva un año este personaje, e imaginarse una situación así, claramente es un drama.
Referencias bibliográficas
ARCADIA, (2017). El cine iraní: mirar el mundo desde las entrañas de una teocracia. Recuperado de https://www.revistaarcadia.com/agenda/articulo/historia-del-cine-irani-y-cinco-directoresimperdibles/65455


